El viche no es solo una bebida; es el corazón de las comunidades del Pacífico colombiano. En cada sorbo, se mezclan los sabores de la caña de azúcar, las historias de resistencia y el alma de un pueblo que ha encontrado en esta bebida una forma de preservar su identidad. Es más que un destilado; es un símbolo vivo del trabajo, la creatividad y la unión de generaciones.
La Ruta del Viche nos invita a recorrer el Pacífico colombiano desde sus paisajes exuberantes hasta las manos que mantienen viva esta tradición. Desde Nuquí hasta Tumaco, cada destino tiene su propia esencia, pero un mismo latido: el de las mujeres, hombres y familias que con orgullo cuidan su herencia cultural.
Un recorrido que habla de su gente
En Nuquí y Bahía Solano, las playas de arena negra y los alambiques tradicionales nos cuentan sobre el esfuerzo silencioso de las familias que trabajan la caña. En Buenaventura, el viche es el alma de los rituales y festividades, pero también un motor de esperanza para las comunidades. Y en Tumaco, es un puente hacia el pasado, una conexión con las raíces africanas que dan vida a esta región.
La Ruta del Viche no solo te lleva a conocer los secretos detrás de esta bebida; te invita a mirar a los ojos de quienes la crean. Te invita a escuchar sus historias, a sentir su orgullo y a ser testigo de cómo, en cada botella, se embotella también el esfuerzo de un pueblo entero.
Turismo responsable: cuidemos el alma del Pacífico
Al recorrer la Ruta del Viche, es importante recordar que somos huéspedes de una tierra rica en tradiciones y biodiversidad. Respetar el entorno, cuidar los recursos naturales y valorar el trabajo de las comunidades son formas de honrar este legado.
Cuidemos también a su gente: valoremos el trabajo de las mujeres que lideran la producción del viche, protejamos los espacios seguros para niños y niñas, y apoyemos a los productores locales comprando directamente de sus manos. Al hacerlo, contribuimos a su bienestar y fomentamos un turismo ético que construye futuro.
Sabores, tradición y arte del Pacífico
Cada paso en esta ruta es una invitación a descubrir más de esta región:
• Gastronomía: Desde un encocado de mariscos hasta un jugo de borojó, la comida del Pacífico es una celebración de sabores que conectan al viajero con la tierra y el mar.
• Artesanías: Las manos que producen el viche también crean piezas únicas: marimbas de chonta, utensilios tallados en madera y sombreros tejidos que cuentan historias.
Descubre cada destino
• Nuquí: Pasea por manglares, conoce comunidades indígenas y déjate abrazar por la tranquilidad del Parque Nacional Utría.
• Buenaventura: Visita las Cascadas de La Sierpe y experimenta la magia de la Bahía Málaga, un santuario de biodiversidad.
• Cali: Vive la salsa, recorre el Bulevar del Río y prueba cocteles que combinan el viche con la modernidad caleña.
• Tumaco: Conecta con el legado cultural afrodescendiente y prueba los curados en la Casa del Curao.
El regalo del Pacífico colombiano
La Ruta del Viche es una invitación a sumergirse en el alma de una región vibrante y resiliente. Es una forma de abrazar el pasado y el presente, de apoyar a las comunidades locales y de llevarte en el corazón un pedacito del Pacífico colombiano.
En estas vacaciones, hagamos del turismo una forma de cuidar, respetar y construir. Regálate la experiencia de conocer el Pacífico, su gente y su legado.